En esta entrada vamos a tratar de definir
y concretar los criterios diagnósticos para la identificación del trastorno
específico del lenguaje. En primer lugar, hablaremos de los criterios
diagnósticos que se utilizan en los estudios experimentales criterio de
exclusión-inclusión, especificidad, discrepancia y evolución. En un segundo
lugar, abordaremos la identificación del T.E.L según las
aportaciones de Leonard, 1998. Y por último haremos más hincapié en los signos
lingüísticos en el T.E.L, como criterios complementarios en el diagnóstico; ya
que es importante para nuestra profesión la identificación cuanto antes de
dichos signos.
Uno de los grandes problemas cuando
nos referimos al T.E.L es la identificación de qué tipo de niños tienen
esa dificultad y que perfiles lingüísticos tienen. Para saber qué tipo de
niños hemos de saber que tipo de criterios se han utilizado para su identificación.
Esos criterios de identificación los vamos a describir a continuación:
Criterios de exclusión-inclusión:
Estos criterios hacen referencia a requisitos mínimo que un niño debe
tener para ser incluido dentro de la población con T.E.L, o por el
contrario, los problemas y alteración que tiene que tener el niño para poder
identificarlo como T.E.L.
EXCLUSIÓN
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INCLUSIÓN
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- Retraso mental.
- Deficiencia auditiva
- Disturbios
emocionales severos.
- Signos neurológicos.
- Factores sociales
y ambientales claros.
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- CI no verbal > 85
- Umbrales < 20dB (en todas las frecuencias entre 250-6000Hz)
- Sin signos anatómicos o neurológicos.
- No autista.
- Sin problemas ambientales que expliquen el
problema.
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Criterio por especificidad:
Los criterios de especificidad son complementarios a los criterios de exclusión
expuestos anteriormente. La especificidad asume la normalidad en todos los
dominios, excepto en el lenguaje. El T.E.L es un trastorno que afecta al
lenguaje y en menor gravedad a otros aspectos, entre otros hay factores
cognitivos afectado como son:
- Procesamiento perceptivo.
- Memoria de trabajo verbal.
- Enlentecimiento de los tiempos de
reacción.
Criterio por discrepancia:
Este
criterio hace referencia a la diferencia que puede existir entre el
lenguaje y los test de inteligencia que son realizados:
- Al menos doce meses de diferencia entre edad
mental (EM ) o Edad Cronológica (EC) y Edad lenguaje expresivo (Ele)
- Al menos 6 meses de diferencia entre EM (o EC) y
Edad lenguaje receptivo (ELr)
- Al menos 12 meses de diferencia entre EM (o EC) y
edad lenguaje mixto
Criterio por la evolución:
Se trata de estudiar la evolución en el tiempo (en años) en relación con la
adquisición lingüística del niño. Cuando definimos el T.E.L mediante un
criterio evolutivo estamos refiriéndonos a que esté tiene un carácter
duradero y es resistente a los tratamientos. Mediante estos dos factores
podemos diferente entre T.E.L y retraso del lenguaje (RL), el cual se reduce en
el tiempo y responde mejor al tratamiento que el T.E.L. No obstante la
diferencia entre ambas categorías no es tan clara y tan fácil de distinguir.
En esta segunda parte, según Leonard (1998) hay unos criterios de
identificación del trastorno específico del lenguaje según los siguientes
factores:
FACTORES
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CRITERIO
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Capacidad lingüística
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Puntuación en los test del lenguaje menos de -1,25
desviaciones por debajo de la media.
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C.I. no verbal
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C.I. manipulativo de 85 o más alto.
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Audición
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Supera el screening de los niveles
convencionales. Sin episodio de otitis serosa reciente.
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Disfunción neurológica
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Sin evidencia de ataques, parálisis cerebral, ni
lesiones cerebrales; ausencia de mediación.
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Estructura oral
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Ausencia de anomalías estructurales.
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Motricidad oral
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Supera el screening en ítems apropiados.
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Interacciones sociales
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Ausencia de síntomas de interacciones social
alterada y de restricción de actividades.
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Y por último,
describiremos unos signos lingüísticos que se identifican en el T.E.L, que se
utilizan como criterios complementarios al diagnóstico:
- Comienzo de las
primeras palabras después de los 18 meses.
- Enunciados agramaticales
(< 4 términos) más allá de los 36 meses.
- Enunciados agramaticales
> 4 términos a cualquier edad.
- Signos de agramatismo más
allá de los 36 o 42 meses.
- Fluencia per ininteligible a
los 38 meses.
- Fonología: procesos
desviantes e inconsistencia.
- Errores en adverbios
caléndricos en niños mayores de 5 años.
- Habilidades de narración:
dificultades de comprensión y expresión
En las líneas anteriores hemos tratado de plasmar los criterios de
identificación del T.E.L y los signos lingüísticos que tienen estos
niños. Así pues, un niño que tenga T.E.L siempre que su alteraciones no se
puedan atribuir a ninguna causa obvia, si sólo a afecta a alguna de sus
habilidades lingüísticas, o si su ejecución en tareas relativas al lenguaje son
significativamente peores que otras habilidades cognitivas; y por último,
debemos tener presente que los problemas lingüísticos perduran en el tiempo,
aunque puede cambiar su forma de presentarse. Debemos de saber que
estamos en una población muy heterogénea y siempre debemos de saber que hay un
componente individual de cada niño con T.E.L, y tenerlo presente para la
planificación de su intervención.
En
las siguientes entradas trataremos de clasificar el trastorno específico del
lenguaje exponiendo las clasificaciones más utilizadas con el fin de poder
profundizar en los distintos subtipos de T.E.L y poder entender mejor este
trastorno para su identificación y su futura intervención como logopedas.
Para la gente que esté
interesada gran parte de la información está sacada del siguiente artículo:
M.D.Fresneda,
E.Mendoza (2005) Trastorno específico del lenguaje: concepto, clasificaciones y
criterios de identificación. Revista de neurología, 41(Supl
1), 54-56.