jueves, 26 de febrero de 2015

Clasificación de T.E.L (II)

Como ya comentamos en la entrada pasada, encontramos clasificaciones alternativas a las de Rapin y Allen, como puede ser las de Evans y Mcwhinney (1999). En esta clasificación podemos diferenciar entre un T.E.L Expresivo (TEL-E) o un T.E.L. Expresivo-Receptivo (TEL-ER). Las características entre ambos grupos son diferenciadas y se pueden observar en la siguiente tabla: 

Otra clasificación adecuada dentro del Trastorno Específico del Lenguaje es aquella que se realiza dependiendo de su índice de gravedad. Así, obtenemos tres grupos diferenciados con características diferentes si se tratan de un TEL: leve, moderado o grave.





Así pues, como hemos comprobado, existen numerosas clasificaciones. Decidir que clasificación es la más apropiada depende ya de cada profesional, que decidirá cuál de ellas se ajusta más a las características y realidad de sus pacientes. 

Clasificación del T.E.L

Las siguientes entradas vamos hablar de las diferentes clasificaciones del T.E.L que hay según los diferentes autores. En primer lugar hablaremos de los subtipos de disfasia ( sinónimo de T.E.L) según la clasificación de Rapin Y Allen. Es una de las clasificaciones más extendidas  y  esta ordenada del subtipo más grave al más leve.

AGNOSIA AUDITIVA VERBAL
  • Es muy poco frecuente.
  • Tambien llamada afasai congénita  mixta o sordera verbal.
  • No comprende el lenguaje
  • Comprede y puede comunicarse con gestos naturales (Capacidad simbólica preservada)
  • Expresión verbal  casi nula, ni en repetición.
  • Apreden un nivel mínimo de lectura y escritura ( si su edad y madurez lo permite)
  • En la actualidad se suele excluir del T.E.L, siempre que haya asociada una lesión cerebral.


DISPRAXIA VERBAL
  • Se asimila a la afasia congénita expresiva o audiomudez dispráxica.
  • Comprensión normal o casi normal.
  • Dificultades en la organización de la palabra y la articulación.
  • Prosodia alterada(a veces)
  • Eunciados breves e ininteligibles.
  • Repetición alterada.
  • Muy dificil la evaluación a nivel sintáctico.
  • Presenta problemas de organización motora que afecta a la artiuclación del habla.
  • Es necesario hacer un diagnóstico diferenciar con Déficit de programación fonológica.




DÉFICIT DE PROGRAMACIÓN FONOLÓGICA
  • Comprensión relativamente normal.
  • Presentan cierta fluidez de producción, aunque casi ininteligible.
  • Mejora al repetir palabras cortas pero no con palabras largas o frases (a causa de la mayor cargar de memoria)
  • Alteración en la fonológia y no en la sitxtaxis.
  • Memoria verbal dañada.
  • Mejoría hacia los seis años.
  • Son niños con riesto en el aprendizaje de lectoescritura.
  • Algunos autores lo separan de T.E.L y lo asimilan a los casos de Retraso simple del lenguaje o retraso de habla.




DÉFICIT FONOLÓGICO-SINTÁCTICO
  • Es el cuadro más veces descrito como disfasia. Es el más frecuente.
  • Comprensión mejor que expresión.
  • El contexto les ayuda en su déficit.
  • Dificultades para comprender enunciados largos, ambiguos o descontextualizados, o simplemente emitidos con rapidez ( a causa de la afectación de la memoria de trabajo).
  • Expresión: dificultades de articulación, de fluidez, dificultad de aprender a usar nexos y marcadores morfológicos. En algunos casos puede costar la propia organización secuencial de palabras y frases.



DÉFICIT LÉXICO-SINTÁCTICO
  • Mejores habilidades de pronunciación (nunca intactas pero próximas a la normalidad). 
  • Grandes dificultades para la evocación y estabilidad del léxico.
  • Comprensión de palabras normal, deficiente en frases.
  • Disnomia con frecuencia (utilización de muletillas, interrupciones, parafasias, perífrasis, reformulaciones)
  • Dificultades para mantener el orden dentro de la oración y para el uso de marcadores morfológicos sobre todo cuando tienen que expresar enunciados complejos. (sobretodo n contextos no cotidianos)




DÉFICIT SEMÁNTICO-PRAGMÁTICO
  • Desarrollo inicial bastante normal.
  • No aparecen problemas de habla.
  • Enunciados bien estructurados.
  • Dificultades severas de comprensión (nivel expresivo superior al comprensivo)
  • Destaca la falta de adaptación pragmática al entorno y al interlocutor.
  • Puede existir ecolalia y perseveraciones.
  • Actualmente se separa de la clasificación T.E.L y se incluye en una nueva clasificación clínica: TPL (Trastorno Pragmático del Lenguaje) de límites imprecisos con algunos cuadros del espectro autista)



La siguiente clasificación es el modelo de Rapin y Allen, visto anteriormente, pero revisado por Bishop, con el intento de purificar algunos subitpos de la clasificación. De manera que Bishop diferencia tres vertientes: Trastorno de la expresión, dónde englopa los subitpos: Trastono de la programación fonológico y dispraxia verbal. Otra vertiente: trastornos de la comprensión y expresión, que sólo incluye el Trastorno fonológico sintáctico. Y una última vertiente: los trastornos del proceso central de tratamiento y formulación, donde incluye lel trastorno léxico sintáctico. En esta nueva clasificación  desaparecen la Agnosia autivo-verbal y el trastorno semántico-pragmático, ya que son causada por diferentes etiologias. Así pues, la nuea clasificación de Bishop seria la siguiente:



A continuación explicaremos brevemente cada subtipo de trastorno con el fin tener un mejor conocimiento.

TRASTORNO DE LA PROGRAMACIÓN FONOLÓGICA
  • Cierta fluidez de la producción, pero con articulación confusa (enunciados casi ininteligibles).
  • Notable mejoría de calidad articulatoria en tareas de repetición de elementos aislados (sílabas, etc).
  • Comprensión normal o casi normal.
  • Menos grave que la dispraxia verbal.


DISPRAXIA VERBAL
  • Incapacidad masiva de fluencia
  • Grave afección de la articulación (hasta ausencia de habla)
  • Enunciados de 1 o 2 palabras, que no mejoran en su realización articulatoria al repetir
  • Comprensión normal o próxima a lo normal.


TRASTORNO FONOLÓGICO SINTÁCICO
  • Déficit mixto receptivo-expresivo.
  • Fluidez verbal perturbada.
  • Articulación del habla alterada.
  • Sintaxis deficiente: frases cortas, omisión de nexos y marcadores morfológicos, laboriosa formación secuencial de enunciados (frases ordenadas según el movimiento del pensamiento que las suscita)
  • Comprensión mejor que expresión.
  • Variables de dificultad de comprensión: longitud del enunciado, complejidad estructural del enunciado, ambigüedad semántica, contextualización del enunciado, rapidez de emisión.


TRASTORNO LÉXICOSINTÁCTICO
  • Habla fluente con pseudotartamudeo ocasional por problemas de evocación.
  • Articulación normal o casi normal.
  • Jerga fluente (en el niño pequeño).
  • Sintaxis perturbada: formulación compleja dificultosa, interrupciones, perífrasis y reformulaciones, orden secuencial dificultoso, utilización incorrecta de marcadores morfológicos, frecuencia de muletillas.
  • Comprensión normal de palabras sueltas.
  • Deficiente comprensión de enunciados





Hasta aquí la clasificicación de Rapin y Allen, y la revisado por Bishop, en la siguiente entrata continuaremos con otras clasificación con el fin de conocer las diferentes clasificación para aprender sorbre el T.E.L

domingo, 22 de febrero de 2015

Criterios de identificación del T.E.L

En esta entrada vamos a tratar de definir y concretar los criterios diagnósticos para la identificación del trastorno específico del lenguaje. En primer lugar, hablaremos de los criterios diagnósticos que se utilizan en los estudios experimentales criterio de exclusión-inclusión, especificidad, discrepancia y evolución. En un segundo lugar,  abordaremos la  identificación del T.E.L  según las aportaciones de Leonard, 1998. Y por último haremos más hincapié en los signos lingüísticos en el T.E.L, como criterios complementarios en el diagnóstico; ya que es importante para nuestra profesión la identificación cuanto antes de dichos signos.

 Uno de los grandes problemas cuando nos referimos al T.E.L es la identificación de  qué tipo de niños tienen esa dificultad y que perfiles lingüísticos tienen.  Para saber qué tipo de niños hemos de saber que tipo de criterios se han utilizado para su identificación. Esos criterios de identificación los vamos a describir a continuación:

Criterios de exclusión-inclusión:
            Estos criterios  hacen referencia a requisitos mínimo que un niño debe tener para  ser incluido dentro de la población con T.E.L, o por el contrario, los problemas y alteración que tiene que tener el niño para poder identificarlo como T.E.L.
EXCLUSIÓN
INCLUSIÓN
  • Retraso mental.
  • Deficiencia auditiva
  • Disturbios emocionales severos.
  • Signos  neurológicos.
  • Factores sociales y  ambientales claros.
  • CI no verbal > 85
  • Umbrales < 20dB (en todas las     frecuencias entre 250-6000Hz)
  • Sin signos anatómicos o neurológicos.
  • No autista.
  • Sin problemas ambientales que expliquen el problema.

Criterio por especificidad:
            Los criterios de especificidad son complementarios a los criterios de exclusión expuestos anteriormente. La especificidad asume la normalidad en todos los dominios, excepto en el lenguaje. El T.E.L es un trastorno que afecta al lenguaje y en menor gravedad a otros aspectos, entre otros hay factores cognitivos afectado como son:

  • Procesamiento perceptivo.
  • Memoria de trabajo verbal.
  • Enlentecimiento de los tiempos de reacción.

Criterio  por discrepancia:
            Este criterio hace referencia a la diferencia que puede existir  entre el lenguaje y los test de inteligencia que son realizados:

  • Al menos doce meses de diferencia entre edad mental (EM ) o Edad Cronológica (EC) y Edad lenguaje expresivo (Ele)
  • Al menos 6 meses de diferencia entre EM (o EC) y Edad lenguaje receptivo (ELr)
  • Al menos 12 meses de diferencia entre EM (o EC) y edad lenguaje mixto

Criterio por la evolución:
            Se trata de estudiar la evolución en el tiempo (en años) en relación con la adquisición lingüística del niño. Cuando definimos el T.E.L mediante un criterio evolutivo estamos refiriéndonos  a que esté tiene un carácter duradero y es resistente a los tratamientos. Mediante estos dos factores podemos diferente entre T.E.L y retraso del lenguaje (RL), el cual se reduce en el tiempo y responde mejor al tratamiento que el T.E.L. No obstante la diferencia entre ambas categorías no es tan clara y tan fácil de distinguir.


    En esta segunda parte,  según Leonard (1998) hay unos criterios de identificación del trastorno específico del lenguaje según los siguientes factores:

FACTORES
CRITERIO
Capacidad lingüística
Puntuación en los test del lenguaje menos de -1,25 desviaciones por debajo de la media.
C.I. no verbal
C.I. manipulativo de 85 o más alto.
Audición
Supera el screening  de los niveles convencionales. Sin episodio de otitis serosa reciente.
Disfunción neurológica
Sin evidencia de ataques, parálisis cerebral, ni lesiones cerebrales; ausencia de mediación.
Estructura oral
Ausencia de anomalías estructurales.
Motricidad oral
Supera el screening en ítems apropiados.
Interacciones sociales
Ausencia de síntomas de interacciones social alterada y de restricción de actividades.



 Y por último, describiremos unos signos lingüísticos que se identifican en el T.E.L, que se utilizan como criterios complementarios al diagnóstico:
  • Comienzo  de las primeras palabras después de los 18 meses.
  • Enunciados agramaticales (< 4 términos) más allá de los 36 meses.
  • Enunciados agramaticales > 4 términos a cualquier edad.
  • Signos de agramatismo más allá de los 36 o 42 meses.
  • Fluencia per ininteligible a los 38 meses.
  • Fonología: procesos desviantes e inconsistencia.
  • Errores en adverbios caléndricos en niños mayores de 5 años.
  • Habilidades de narración: dificultades de comprensión y expresión

En las líneas anteriores hemos tratado de plasmar los criterios de identificación del T.E.L y los signos lingüísticos  que tienen estos niños. Así pues, un niño que tenga T.E.L siempre que su alteraciones no se puedan atribuir a ninguna causa obvia, si sólo a afecta a alguna de sus habilidades lingüísticas, o si su ejecución en tareas relativas al lenguaje son significativamente peores que otras habilidades cognitivas; y por último, debemos tener presente que los problemas lingüísticos perduran en el tiempo, aunque puede cambiar su forma de presentarse.  Debemos de saber que estamos en una población muy heterogénea y siempre debemos de saber que hay un componente individual de cada niño con T.E.L, y tenerlo presente para la planificación de su intervención.

En las siguientes entradas trataremos de clasificar el trastorno específico del lenguaje exponiendo las clasificaciones más utilizadas con el fin de poder profundizar en los distintos subtipos de T.E.L y poder entender mejor este trastorno para su identificación y su futura intervención como logopedas.

Para la gente que esté interesada gran parte de la información está sacada del siguiente artículo:
M.D.Fresneda, E.Mendoza (2005) Trastorno específico del lenguaje: concepto, clasificaciones y criterios de identificación. Revista de neurología, 41(Supl 1), 54-56.



miércoles, 18 de febrero de 2015

Definición de Trastorno Específico del lenguaje (T.E.L)

Con el fin de empezar a conocer mejor este trastorno en el desarrollo del lenguaje en niños, expondremos diferentes definiciones  aportadas por asociaciones importantes relacionadas con este trastorno:
Definición de T.E.L. por ATELMA (Asociación Trastorno Específico del Lenguaje de Madrid)
“El Trastorno Específico del Lenguaje es un  trastorno grave y duradero que afecta  a  la  adquisición del lenguaje desde sus  inicios, se prolonga durante la infancia y la adolescencia, pudiendo dejar en algunos casos secuelas significativas en la edad adulta…Todos los niños no presentan los mismos síntomas porque no afectan siempre de la misma forma ni con la misma intensidad a todos los componentes del  lenguaje.”

Definicón de T.E.L. por AELFA (Asociación española de logopedia, foniatría y audiología)
“Trastorno específico del lenguaje (TEL) es la denominación que se da a las dificultades de lenguaje observadas en niños con un desarrollo típico en todas las demás funciones psicológicas y con una educación normal, al menos en el momento de su identificación (3-4 años); después, debido precisamente a este trastorno, se pueden alterar en cierta medida dichas funciones y se pueden modificar los hábitos educativos del entorno más cercano. Tampoco es debido el TEL a deficiencias sensoriales. El atributo de específico trata de describir esta situación. La expresión TEL es una mala traducción de la expresión inglesa Specific Language Impairment, en la que la última palabra significa simplemente limitación, no trastorno (disorder en inglés). Este error, ya irresoluble, es lo que ha conferido a la expresión española (y portuguesa) un tinte dramático que no se compagina bien con las formas leves del TEL (trastorno de programación fonológica, por ejemplo, identificable con el tradicional retraso de lenguaje).”


En las siguientes entradas profundizaremos más detallando los criterios diagnósticos de este trastorno y las diferentes clasificaciones que podemos encontrar del mismo. Pero con el fin de clarificar más este definición os dejamos este video que hemos encontrado enlazado en la propia página web de AELFA donde se define, junto con el uso de algunos buenos ejemplos, el Trastorno Específico del Lenguaje. 

lunes, 16 de febrero de 2015

Bienvenidos a nuestro blog

Hola, somos Andrea y Marta y hemos creado este blog con el fin de profundizar en el Trastorno específico del lenguaje.
Lo realizaremos dentro de la asignatura de Recursos tecnológicos aplicados a la logopedia, por lo que intentaremos enfocar lo máximo posible las nuevas tecnologías en este trastorno.

Ninguna de las dos ha utilizado antes un blog, por lo que es una experiencia nueva que esperamos sea muy enriquecedora y útil. A nuestro parecer el blog puede ser una herramienta muy útil para compartir información y recursos entre los profesionales, facilitando así en muchos casos la intervención en algunos trastornos. Esperamos poder hacer un autoaprendizaje y ampliar nuestros conocimientos sobre el uso de blog y del trastorno específico del lenguaje.

Hemos elegido el trastorno específico del lenguaje (T.E.L)  ya que es uno de los trastornos más comunes que nos podemos encontrar en un gabinete logopédico. Nos parece interesante invertir nuestro tiempo en este trastorno ya que el día de mañana nos puede ser muy útil. El buscar información nos proporciona ampliar nuestro conocimiento sobre el trastorno y al mismo tiempo poder relacionarlo con las nuevas tecnologías existentes en la actualidad.

Para finalizar, queremos recordar la importancia de nuestra profesión, la logopedia, dentro de este trastorno y de otros muchos. Nuestra labor es proporcionar una comunicación funcional a los sujetos que lo precisen con el fin de ayudarles y proporcionarles una mayor calidad de vida. Para un logopeda también es importante conocer estos nuevos recursos tecnológicos e integrarlos en cualquier intervención.