Como ya comentamos en la entrada pasada, encontramos
clasificaciones alternativas a las de Rapin y Allen, como puede ser las de
Evans y Mcwhinney (1999). En esta clasificación podemos diferenciar entre un
T.E.L Expresivo (TEL-E) o un T.E.L. Expresivo-Receptivo (TEL-ER). Las
características entre ambos grupos son diferenciadas y se pueden observar en la
siguiente tabla:
Otra clasificación adecuada dentro del Trastorno
Específico del Lenguaje es aquella que se realiza dependiendo de su índice de
gravedad. Así, obtenemos tres grupos diferenciados con características
diferentes si se tratan de un TEL: leve, moderado o grave.
Así pues, como hemos comprobado, existen
numerosas clasificaciones. Decidir que clasificación es la más apropiada depende
ya de cada profesional, que decidirá cuál de ellas se ajusta más a las
características y realidad de sus pacientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario